¿Cómo funciona la Litotripsia Extracorpórea?

El paciente sedado o anestesiado se recuesta sobre una camilla con la piel apoyada sobre un dispositivo con agua, ubicado justo al nivel del cálculo. Un sistema de rayos x o de ultrasonido, es usado para localizar la piedra y conocer donde se debe llevar a cabo el tratamiento.

El pulso acústico se genera en el punto focal del elipsoide que se encuentra más alejado del paciente y el cálculo posicionado en el punto focal opuesto, recibe la onda de choque localizada.

El tratamiento usualmente comienza en el nivel de potencia más bajo del equipo y con un gran espacio de tiempo entre pulsos, con el fin de acostumbrar al paciente a la sensación, el poder de cada pulso se incrementa gradualmente, lo cual permite romper finalmente la piedra (cálculo). El ultimo nivel de poder depende usualmente del umbral de dolor que experimente el paciente y el éxito observado en el rompimiento del cálculo.

La sensación de este tratamiento es comparado con el dolor que produce el golpe de una banda elástica con la piel. Por esto en ocasiones el paciente puede ser sedado para poder aumentar los niveles de poder más rápidamente y también aumentar la frecuencia de cada pulso hasta casi 120 choques por minuto. El proceso en general toma cerca de una hora.
La litotripsia extracorpórea funciona mejor con los cálculos que tienen un diámetro entre 4 mm y 2 cm y que aun estén localizados en el riñón.

El paso de los fragmentos de las piedras y su liberación puede tomar algunos días o una semana y pueden causar dolor leve. A los pacientes se les puede recomendar tomar tanta agua como puedan durante este tiempo y además se les aconseja realizar un examen de los fragmentos para poder analizarlos.

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