Hidrocefalia
El término hidrocefalia se deriva de las palabras griegas “hidro”, que significa agua, y “céfalo”, que significa cabeza, es decir: agua en la cabeza. Es una condición en la que hay excesiva acumulación de líquido en el cerebro. Antes de explicar sobre ella debemos saber que dentro del cráneo existe el cerebro, y en el centro de este hay dos pequeñas cavidades llamadas ventrículos, los cuales están llenos del agua, líquido cefalorraquídeo, que amortigua y sirve de trasporte a los nutrientes del cerebro.
Este líquido circula de adentro hacia afuera del cerebro por unos acueductos que sacan toda la cantidad de agua que es producida durante el día, es decir, el líquido se produce y sale del cerebro continuamente.
Cuando este no sale adecuadamente, se acumula y aumenta el tamaño de los ventrículos, los hincha como si fueran ejigas. Este líquido llega a comprimir incluso al cerebro y es ahí cuando se producen todos los síntomas que se presentan en la hidrocefalia, la cual puede venir con el nacimiento (congénita), o bien puede ser adquirida, ya sea por traumas de cráneo, infecciones como meningitis, tuberculosis, parto traumático, bebés prematuros, etc.
El niño que presenta la hidrocefalia tendrá: vómitos, irritabilidad, convulsiones, trastornos de la conciencia y en los bebés fontanela abombada, es decir, lo que llamamos mollera en la cabeza de los niños, la cual cuando el bebe está deshidratado se hunde y cuando tiene hidrocefalia se abomba y se pone tensa, dura.
Cuando la hidrocefalia no es diagnosticada rápidamente puede dañar al bebé y provocarle un retardo mental permanente.
Los padres son los que generalmente logran detectar algunos síntomas de alarma, cuando notan que sus hijos no comen como lo hacían siempre, o bien cambian su patrón de conducta y se vuelven irritables y llorones.
Las convulsiones y vómitos persistentes son también síntomas encontrados frecuentemente. La ultrasonografía en los bebés o una tomografía cerebral son los exámenes de elección para descubrir este problema. El tratamiento es un procedimiento llamado derivación ventrículo peritoneal, que consiste en colocar un pequeño catéter o tubo en los ventrículos del cerebro y sacar esta agua hasta la cavidad que está en el abdomen, donde el líquido se deposita y es reabsorbido por el cuerpo.
Normalmente este sistema de derivación debe permanecer de por vida en los pacientes. Esta condición puede desarrollarse igualmente en el adulto, sobre todo en los ancianos que presentan un cuadro llamado hidrocefalia normotensiva, cuyos síntomas son: trastornos del estado de conciencia, incontinencia urinaria (se orinan en la cama) y problemas para caminar. Si un parienteanciano ha presentado estos síntomas en un periodo corto,probablemente estemos frente a una hidrocefalia normotensiva.